Benítez tiene un problema. Si pasado mañana no saca adelante el partido de Champions contra el Twente será destituido como entrenador del Inter de Milán, ciudad en la que jugará el partido. Ya hasta circulan nombres de los posibles sustitutos, entre ellos los brasileños Dunga y Leonardo (ex del Milán) y el italiano Luciano Spalletti, muy del gusto del dueño del club lombardo, Massimo Moratti.
La derrota de ayer frente al Chievo (equipo contra el que también perdió Cúper en su día, lo que puede ser una premonición) deja al Inter descolgado del líder, el Milán, y también de la Juventus. La plaga de lesiones que asola al equipo tampoco le vale de excusa, puesto que las críticas también alcanzan a su preparador físico, Paco de Miguel. Todos los titulares del Inter, salvo Sneijder y Lucio, han sufrido lesiones musculares en lo que va de temporada.
Por si fuera poco, Etoo no ayuda. El camerunés le propinó ayer un cabezazo a Cesar, del Chievo, al más puro estilo Zidane sobre Materazzi. El árbitro no lo vio. Pero la tele sí le cazó y puede ser sancionado por la prueba de la televisión. El castigo, entre dos y cuatro partidos. Y en el peor momento.
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